La dignidad y el respeto son dos conceptos muy similares, cuando los aplicamos a uno mismo. Ambos implican ser valorado, ser tratado con atenciĆ³n y consideraciĆ³n. Sin embargo, hay una diferencia esencial entre el respeto y la dignidad: el respeto se tiene que ganar: tienes que hacer algo para merecerlo. Por otro lado, la dignidad, es decir, ser tratado con dignidad, es algo inherente a todos, es algo con lo que naces. La mereces sin que tengas que hacer nada, sencillamente porque eres. La mereces desde el dĆa que naces hasta el dĆa que mueres, independientemente de lo que haces entre medias. Un bebĆ© que aun no ha hecho nada, merece ser tratado con dignidad; y un preso tambiĆ©n merece ser tratado con dignidad, (y ello no es incompatible con que rinda cuentas por las acciones cometidas, son dos cosas diferentes).
ĀæY quĆ© es la dignidad? ĀæQuĆ© implica? La psicĆ³loga Donna Hicks, que durante aƱos trabajĆ³ en la resoluciĆ³n de conflictos internacionales, ahora basa gran parte de su trabajo en esta idea: la dignidad. SegĆŗn ella, hay diez actitudes fundamentales que ayudan a preservar la dignidad de quienes nos rodean:
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AceptaciĆ³n de la identidad: aceptar la identidad y la razĆ³n de ser de todos y cada uno, sin importar quiĆ©nes sean, no ver a nadie como inferior o superior. No juzgar.
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Reconocimiento: validar las cualidades Ćŗnicas y la forma de vida de los demĆ”s. Reconoce al otro por lo que hace y piensa. Esto incluye el concepto de linaje.
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AtenciĆ³n: asegurar que todos los de alrededor se sienten vistos, escuchados y respondidos.
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InclusiĆ³n: hacer que todos los seres sientan que pertenecen, no permitir que nadie se sienta excluido.
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Seguridad: garantizar que todos los que nos rodean se sienten seguros en nuestra presencia, tanto emocional como fĆsicamente, independientemente de lo que hacen o piensan.
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Equidad – Tratar a todos los seres de manera justa e igual.
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Independencia y libertad: empoderar a aquellos que nos rodean, no fomentar la dependencia.
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ComprensiĆ³n: saber que lo que otros piensan, dicen y hacen, importa.
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Beneficio de la duda: la clĆ”sica expresiĆ³n “es inocente mientras no se demuestre lo contrario”.
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RendiciĆ³n de cuentas: discĆŗlparse, aceptar y admitir nuestros errores delante de uno mismo y de los demĆ”s, especialmente delante de aquellos que se hayan visto afectados por los errores cometidos.
Hay multitud de conceptos en filosofĆa del yoga que hablan de estas ideas: los yamas (ahimsa, no daƱar, o asteya, no robar). EstĆ” la idea del dharma: encontrar y seguir nuestro camino y respetar el camino de los demĆ”s. EstĆ” el concepto de karma: ser responsable de nuestras acciones. Por Ćŗltimo, (aunque nunca se puede decir “por Ćŗltimo”, porque ideas que nos traen los textos antiguos hay muchĆsimas mĆ”s), estĆ” el mantra que tan a menudo usamos en Jivamukti: ālokah samastah sukhino bhavantuā – āque todos los seres en todas partes sean felices y libres, y que mis pensamientos, palabras y acciones contribuyan de alguna manera a esta felicidad y libertad para todosā. La dignidad es la palabra del profano para muchos de estos conceptos que cuando nos embarcamos en este camino yĆ³guico tratamos de hacer nuestros.