Como uno de los cinco Yamas, Patanjali presenta la práctica de no robar como una forma de poder ver la preciosidad en todo. La palabra ratna, que significa joya, indica prosperidad. Aparece cuando dejamos de quitarle a los demás las cosas que no nos pertenecen. Es una de las cinco restricciones sugeridas de nuestro comportamiento hacia los demás, si queremos Yoga, el estado de no perder nada, como lo describe Brahamananda Sarasvati.
Una de las formas más sencillas de incluir asteya en nuestra vida diaria es a través de un estilo de vida vegano. Es una de las formas más fáciles porque puedes hacerlo varias veces al día sin ningún esfuerzo adicional. En una tienda, puedes ir al estante con alternativas a base de plantas en lugar de ir al que tiene leche destinada a vacas bebés. En lugar de comer huevos, que en realidad estaban destinados a proteger a los pollitos mientras cobraban vida y no para que cayeran a través de las jaulas de metal en las que a menudo se encierra a las gallinas. Elige entre las amplias posibilidades disponibles para obtener las proteínas necesarias, como garbanzos, lentejas o quinoa. Puedes leer más sobre cómo el veganismo es una forma de Yoga en el libro de Sharon Gannon “Yoga and Veganism”.
Hacer referencias al trabajo de otros, como libros que escribieron, ideas que compartieron o palabras que dijeron, es otra oportunidad maravillosa para que asteya esté más presente en tu vida. De vez en cuando, realmente amamos lo que hemos aprendido de otro ser. Quizás nos inspira tanto que queremos que todo el mundo lo sepa. Creamos talleres e incluso capacitaciones que difunden estas ideas. Podríamos caer en la trampa de creer que fuimos nosotros quienes las inventamos y dejar de referenciar o citar a nuestros queridos maestros en algún momento. Damos a entender que somos el gran creador de algo y, por lo tanto, estamos cometiendo un robo intelectual. Según Patanjali, esta pequeña forma de comportarse ensimismada no traerá ninguna riqueza verdadera. Sé agradecido por tus maestros y sus enseñanzas. Reconócelos como la fuente de las herramientas e ideas que estás compartiendo con otros, y la riqueza en diferentes niveles aparecerá, eventualmente pero inevitablemente. Esto no significa que solo necesites regurgitar y copiar palabras, sino que tú mismo estés en todo momento lleno de aprecio por la fuente del material que estás presentando, para que su luz esencial pueda transmitirse a tus oyentes y alumnos.
Darse cuenta de la verdadera luz, purusha, lo que está siempre presente en todos y en todo, conducirá al estado de no perder nada. Todo está aquí ahora mismo y no hay nada más que necesites. Tú eres eso. Cualquier sentimiento de no tener suficiente o de carecer de algo se desploma y la verdad se revela, eterna riqueza en todos los niveles.