“¿Quién puede realmente saber y declarar el propósito de su nacimiento y el origen de la creación? –Rig Veda
El Rig Veda usa un lenguaje vernáculo que todavía sobrevive hasta ahora cuando se formula una pregunta imposible de responder. Nos encogemos de hombros y decimos “Quién sabe”, cuando en realidad queremos decir nadie sabe. Un individuo separado de la verdad no la puede conocer en su totalidad. Sólo se puede experimentar cuando el conocedor y lo conocido se funden. El ojo no puede ver el hecho de ver, la nariz no puede oler el hecho de oler. La percepción del olfato en el cerebro y el acto de oler están intrínsecamente unidos, pero son invisibles entre sí. En realidad, no tenemos que buscarle un significado a la vida. Sólo está referida a sí misma. La vida posee valor y significado intrínseco sin necesidad de otra referencia. La vida es un efecto, no una causa. Podemos buscar esa causa como parte de una investigación espiritual. La lucha espiritual no es descubrir el significado de la vida (o la muerte), sino usar la oportunidad de tener vida para tener la realización de lo que el Rig Veda describe como “Esa Cosa, carente de respiración, respirada por su verdadera naturaleza; de la cual no puede existir nada que esté separado”. Nada está separado de Esa Cosa –Esa Cosa es todo. El hecho de estar vivos nos da la oportunidad de sentirla, conocerla y convertirnos en Esa Cosa. Este no es un experimento objetivo sino un acercamiento subjetivo al infinito que no puede ser descrito, sólo experimentado. La vida no señala una dirección específica, la vida le abre los brazos al infinito en forma de la creación, y posee así su valor inherente.
Cada día de nuestra existencia la vida nos revela su significado. Hemos aprendido a trabajar arduamente para obtener una meta en la vida y con frecuencia la persecución de estos objetivos nos impide experimentar cada día como algo pleno y completo. Sólo nos enfocamos en no haber podido alcanzar ese objetivo. El significado de una vida puede estar ligado a obtener estas metas, que cuando no se obtienen dejan como resultado una vida sin significado y sin valor. No es que tenemos que abandonar nuestras metas, pero “el camino al cielo debería de ser como el cielo”. De lo contrario estamos en la ruta equivocada. La vida es vivir la vida, y no dejarla de lado hasta poder alcanzar un objetivo.
¿Eres un ser físico teniendo una experiencia espiritual, o eres un ser espiritual teniendo una experiencia física? Sin duda alguna podemos constatar que somos un ser físico, y en ocasiones tenemos experiencias espirituales. Es muy difícil ser un ser espiritual que tiene una experiencia física por el simple hecho de que basamos nuestra identidad como algo separado del espíritu. Podemos verificar que tenemos un cuerpo y una mente, pero es difícil verificar la existencia sutil del espíritu usando el intelecto.
El espíritu se siente –así que empieza a sentir más y deja de pensar tanto.Había una vez un ashram en las montañas donde entrenaban algunos jóvenes monjes. Un día dos monjes contemplaban en meditación las banderas de oraciones. El monje más joven dijo “El viento se mueve”. El monje mayor con tono burlesco le contesta “Las banderas se mueven”. Esto comenzó un debate de lo que es conocido y desconocido, y llegada la hora de cenar continuaban discutiendo si era el viento o las banderas que se movían. La cocinera del ashram, una mujer sabia que había visto pasar muchas generaciones de monjes, era un alma iluminada pretendiendo ser una simple cocinera. Cuando la cocinera escuchó la discusión de los monjes, estaba parada junto a una mesa. Llevaba una larga túnica negra y los brazos escondidos dentro de ella. Miró a los monjes y empezó a sacudir vigorosamente sus brazos, transmitiendo de forma brillante la idea de que no sabemos si las banderas o el aire se mueven, sólo sabemos que existe el “moverse”. – Historia Zen.
El “aquí y ahora” es ya un cliché en el yoga, pero la verdad es que si pudiéramos percibir la vida transcurriendo en cada momento con asombro y curiosidad, el significado de la vida se revelaría ante nosotros. Una vida con significado es una vida que celebra cada momento como un momento en la presencia de la creación del creador.
Antes de actuar pregúntate “¿Me acercará esta acción a la esencia de la vida, o me hundirá más en la ignorancia?” Esta decisión es frecuentemente difícil, y en raras ocasiones nos sentamos a contemplar nuestro siguiente paso. Por eso la práctica de yoga ásana busca revelar patrones inconscientes y hábitos mentales que nos mantienen en el ciclo de sentirnos incompletos e insatisfechos. Cuando estas tendencias inconscientes se hacen conscientes, gozamos de un momento de deliberación antes de reaccionar. Las tendencias inconscientes se reemplazan con una estructura de movimiento que se alinea con las fuerzas de la Tierra. La geometría de las ásanas en la práctica de yoga abre los conductos sutiles en el cuerpo y la mente para que entre el flujo de prana, gravedad, levitación y electromagnetismo. Esta intrépida aplicación de las técnicas de yoga nos revela el significado de la vida –ser un canal de la Conciencia Universal y convertirnos en un “conocedor de Esa Cosa”. El significado de la vida es vivir.
Mayo de 2015 — David Life
Tips de enseñanza:
- Meditar en soltar el pasado y el futuro y desarrollar una apreciación de la gracia en el momento presente. Este es un momento perfecto. No falta nada. No hay otro lugar ni tiempo en este momento. Este momento es una celebración continua. Podemos usar el mantra “lo observo” al inhalar, “lo suelto” al exhalar.
- Observa las tendencias inconscientes –en el cuerpo y la mente, usando el alineamiento como espejo. Usar una cuadrícula como referencia nos permite comparar la posición de diferentes partes del cuerpo que nos revelan nuestros desequilibrios estructurales aprendidos. Pide a tus alumnos que pongan una cinta adhesiva que pase por la mitad de su tapete en su parte más larga. Colocar también otra a noventa grados en el lugar en el que las manos y los talones se colocan. Esto daría una idea de las divergencias estructurales que buscamos, y las que realmente tenemos.
- Enseña alineamiento con palos, cuerdas, niveles, planetas, estrellas, arquitectura, etc. Revisa el libro “Yoga Assists” para ver ilustraciones de la línea de fuerza dominante en cada postura. Enseña las ásanas como una búsqueda de la experiencia total de esta línea de fuerza. En vez de concentrarte en muchos detalles como manos, brazos, pies, piernas, etc, enfócate en esa línea principal de fuerza y haz que la experiencia de esa fuerza alinee las otras partes del cuerpo. No te enfoques en la historia de la postura o en un objetivo a alcanzar en ella, trata en vez de sumergirte en el sentimiento del momento presente, y trata de minimizar cualquier cosa que limite tu capacidad de sentir más.
Translation by – Jivamukti Berlin GmbH Team